Por Areli Sandoval, de DECA Equipo Pueblo y Alianza Mexicana contra el Fracking
Los pasados 17 y 18 de febrero, 2015 tuvo lugar en Estados Unidos, en
la ciudad de San Antonio, Texas el evento denominado: “Mexico Shale
Summit”, una cumbre de negocios que reunió “a directivos y altos
ejecutivos de pequeñas, medianas y grandes compañías operadoras y
proveedoras de servicios de la industria, que representan proyectos de
shale alrededor del mundo y están definiendo sus estrategias de
entrada para tomar ventaja de oportunidades que representa la apertura
del nuevo mercado mexicano”. La agenda giró alrededor de los temas de
infraestructura, transporte y regulación, considerados “tres
componentes críticos para el desarrollo exitoso a largo plazo”, según
la página en Internet del evento. En cuanto a su alcance geográfico,
el evento se enfocó fuertemente “en las oportunidades y retos”
relacionados con el norte de México; entre ellos, se habló de
cuestiones de seguridad y riesgos para las compañías en México (a
cargo del experto en seguridad Sam Logan), y de cómo la nueva
legislación delinea los procedimientos de negociación de tierras para
proyectos energéticos (a cargo de José Antonio Postigo Uribe, de la
firma Sánchez Devanny).
Por parte del gobierno federal, trascendió que participó el
comisionado Edgar René Rangel Germán, representante de la Comisión
Nacional de Hidrocarburos (CNH). De acuerdo con un diario de negocios
loca, el San Antonio Business Journal, el funcionario mexicano tuvo
una intervención en la que señaló que los precios bajos del petróleo
no pararían las reformas en materia energética en México, pero que le
habían dado “más espacio para respirar”, moviendo el calendario de
“supersónico” a “velocidad regular”. Rangel Germán destacó también que
México se encuentra en el medio de la primera ronda de la reforma
energética donde se ofertan proyectos de exploración y extracción en
aguas profundas y que ésta continuará «pero a un ritmo diferente”,
subrayando que son inversiones de largo plazo. El comisionado también
afirmó que este año se ofertarán los proyectos de gas shale pero
añadió que “el anuncio no se espera hasta por lo menos marzo o abril”.
Comentó que en los próximos días se esperan anuncios sobre proyectos
de extracción y que la reforma energética “permite a las compañías
extranjeras solicitar un permiso y construir una refinería.”
La Mexico Shale Summit fue patrocinada por empresas como Halliburton,
firmas de abogados como White & Case, Sánchez Devanny, e instituciones
financieras como el Banco Interacciones y el Export-Import Bank of the
United States, y tuvo como miembros asociados a PEMEX y a ProMéxico,
un organismo del gobierno federal “encargado de coordinar las
estrategias dirigidas al fortalecimiento de la participación de México
en la economía internacional” (entre ellas: promover la inversión
extranjera directa, las exportaciones de productos y servicios, y la
imagen de México como “socio estratégico para hacer negocios”) No
obstante, en los portales en Internet tanto de PEMEX como de ProMéxico
no fue posible encontrar información sobre este evento. Tampoco fue
posible rastrear información sobre la participación de la Comisión
Nacional de Hidrocarburos en la Mexico Shale Summit en medios
mexicanos (sorprende que El Financiero no le diera cobertura…) La
información que recabamos proviene de la cuenta de twitter de Sergio
Chapa, reportero del San Antonio Business Journal (@SChapaSABJ) y del
portal del propio evento, que hasta hace unos días sólo permitía
acceso a la agenda a las compañías que se registraran.
Sería fundamental que las autoridades mexicanas informaran al respecto.